El desafío de la sanción contra un militar honesto.

Finalmente, sucedió lo que muchos esperábamos: el mando militar no puede consentir que uno de sus miembros se manifieste abiertamente contra el dictador Franco. Y retorciendo los argumentos cuanto fuese necesario, ha castigado al cabo Marco Antonio Santos Soto (en la imagen) a dos sanciones económicas disciplinarias concatenadas en el mismo expediente: una, de 12 días, por firmar el Manifiesto de los militares antifranquistas; la segunda, de 10 días, por explicar en un medio de comunicación las razones por las que lo había firmado y ampliaba sus razones para hacerlo.
A lo que parece, preocupa extraordinariamente al mando que se genere expectación pública sobre el papel de las Fuerzas Armadas a raíz de la polémica alrededor de la pretendida y siempre demorada exhumación de los restos del dictador.
Resulta innecesario decir que esta polémica, en el seno de las Fuerzas Armadas, no solamente no ha sido iniciada por el Cabo Santos, sino que éste ni siquiera ha entrado en ella. El aporte de su firma, como la del resto de los adherentes al Manifiesto en Contra del Franquismo en las FAS, ha sido una reacción legítima e indignada a la pretensión de unos militares indignos que se arrogan ser la voz de la España eterna, reivindicando como un militar ejemplar a quien se levantara en armas contra el gobierno legítimo. Ni una palabra sobre la exhumación del dictador. Por el contrario, son los firmantes del Manifiesto en Desagravio del General Francisco Franco los que adoptan una posición política clara, cuando aludían a las intenciones de los partidos de izquierdas de desenterrar a Franco.
La paradoja está en que, que sepamos, ninguno de los militares del manifiesto franquista ha sido sancionado, mientras le ha faltado el tiempo al mando para castigar al Cabo Santos.
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Nos preguntamos si la autoridad que firma la sanción comete un tremendo error, o bien se trata de un gesto deliberado; en ambos casos, mucho nos tememos que será replicado en los expedientes disciplinarios o informativos que se han abierto a otros de los firmantes del manifiesto contra el franquismo en las FAS. Y el Ministerio de Defensa comete otra gran torpeza política al permitir que se refuerce, por esta vía, el predominio de las ideas antidemocráticas desde la jerarquía de las FAS. El gobierno del PSOE yerra considerando que la tolerancia con estos excesos militaristas le van a garantizar el respeto de unos mandos militares que convalidan la apología de la rebelión militar, cuya realización práctica supuso la más feroz represión que su propio partido haya sufrido en su historia.
Puedes leer el artículo completo de Manuel Pardo de Donlebún Montesino en Memoria Militar Democrática en Nueva Tribuna:
https://www.nuevatribuna.es/opinion/memoria-militar-democratica/desafio-sancion-militar-honesto/20190528094828163135.html
Manuel Pardo de Donlebún Montesino es Capitán de Navío de la Armada en situación de retiro y firmante del Manifiesto en contra del franquismo en las Fuerzas Armadas